martes, 12 de junio de 2012


Capadocia es un área en el centro de Anatolia, en Turquía con el paisaje más espectacular de Europa.

Capadocia se caracteriza por tener una formación geológica única en el mundo, y por su patrimonio histórico y cultural. En el año 1985, fue incluida por la Unesco en la lista del Patrimonio de la Humanidad, con una zona protegida de 9.576 ha.
Desde hace miles de años y hasta la actualidad, ha habido siempre asentamientos humanos en la región. Algunas civilizaciones antiguas florecieron aquí, como la hitita, y otras procedieron de civilizaciones europeas o de otras regiones de Asia Menor, y todas ellas han dejado su huella cultural en Capadocia.
Las características geológicas del lugar han dado pie a que sus paisajes se describan a menudo como "paisajes lunares". La tierra del lugar, llamada toba calcárea, ha adquirido formas caprichosas tras millones de años de erosión, y es lo suficientemente débil para permitir que el ser humano construya sus moradas escarbando en la roca, en vez de erigir edificios. De esta forma, los paisajes lunares están llenos de cavernas, naturales y artificiales, muchas de las cuales continúan habitadas.
La situación geográfica de Capadocia la hizo encrucijada de rutas comerciales durante siglos, y también objeto de continuas invasiones. Los habitantes de la región construyeron refugios subterráneos (ejemplos que pueden ser visitados son las ciudades de Kaymaklı y Derinkuyu), donde ciudades enteras podían refugiarse en el subsuelo, y subsistir durante muchos meses sin arriesgarse al exterior. Estas ciudades subterráneas estaban construidas de varios niveles (la ciudad de Kaymaklı tiene nueve subterráneos, aunque solamente cuatro están abiertos al turismo, y el resto están reservados para investigación arqueológica y antropológica), y estaban equipadas con respiraderos, caballerizas, panaderías, pozos de agua, y lo necesario para albergar poblaciones que podían llegar hasta 20.000 habitantes. Cuando estas ciudades subterráneas fueron usadas durante el cristianismo bizantino, algunas cámaras fueron adaptadas como templos y decoradas con frescos en las paredes.