lunes, 14 de octubre de 2013


Así lo señalan Investigadores de la Universidad de Wisconsin-Madison, quienes han descartado la hipótesis de que estos dos planetas eran demasiado calientes para albergar estas piedras preciosas.

Según aseguran los científicos estadounidenses: “trozos de diamantes de buen tamaño flotan en el fluido de helio e hidrógeno de estos planetas y, a bajas altitudes, incluso cae una lluvia de diamante líquido”.

Los resultados de la investigación afirman, que el carbono generado en las tormentas es triturado en diamantes que se mantienen estables en el interior de los panetas. Además, cerca del núcleo de los planetas, a altitudes por debajo de las regiones en las que el diamante es estable, las presiones y las temperaturas son tan grandes como para fundir el diamante en líquido, creando una ‘lluvia diamantina’.

Hace ya 30 años que se descubrió que el diamante podía ser estable en los núcleos de Urano y Neptuno. Planetas demasiado fríos como para derretirlos.
Las profundas atmósferas de Júpiter y Saturno pueden contener un tesoro. Trozos de diamantes de buen tamaño flotan en el fluido de helio e hidrógeno de estos planetas y, a bajas altitudes, incluso cae una lluvia de diamante líquido, según una nueva investigación de científicos planetarios estadounidenses.

Si bien se conoce desde hace 30 años que el diamante puede ser estable en los núcleos de Urano y Neptuno, demasiado fríos como para derretirlo, se creía que Júpiter y Saturno, por el contrario, eran demasiado calientes o no tenían condiciones adecuadas para la precipitación de diamantes sólidos. Sin embargo, el nuevo estudio sugiere que estas piedras preciosas pueden estar flotando en el interior profundo de estos dos últimos planetas, algunos creciendo hasta el punto de tener el tamaño de iceberg.

Ilustración de «Mares alienígenas»

Los investigadores Mona L. Delitsky, del California Specialty Engineering en Pasadena, California, y Kevin H. Baines, de la Universidad de Wisconsin-Madison, compilaron datos recientes sobre las fases del carbono de Júpiter y Saturno y las combinaron con diagramas de presión-temperatura. Concluyeron, según exponen en la reunión anual de la División de Ciencias Planetarias de la Sociedad Astronómica Americana que se celebra estos días en Denver (Colorado, EE.UU.), que el carbono elemental generado en las enormes tormentas estriturado en diamantes que se mantienen estables en el interior profundo de estos mundos. Además, cerca del núcleo de los planetas, a altitudes por debajo de las regiones en las que el diamante es estable, las presiones y las temperaturas son tan grandes como para fundir el diamante en líquido, creando una «lujosa» lluvia diamantina.

En un libro reciente, «Mares alienígenas», (Springer, 2013) , editado por un reconocido artista en temas espaciales llamado Michael Carroll,aparece un capítulo de Baines y Delitsky titulado «Los Mares de Saturno». Utilizando estos nuevos datos, se describe una historia sobrenaves robóticas mineras que navegan en el profundo interior de Saturno en un futuro lejano y recogen trozos de diamante. Las ilustraciones muestran cómo las articulaciones de las sondas llegan a capturar y recoger los diamantes para el transporte a la Tierra.



Comparación del carbono en la Tierra y en otros planetas

via:Abc